He de reconocer que me interesa y me entusiasma toda la mitología esotérica, demoníaca, y pagana relacionada con el temple. Pero de la misma forma he de reconocer, que gran parte de todo, esta fundamentado precisamente en la mitología, o mejor dicho. En el intento del hombre moderno por encontrar misterio a toda costa. La realidad templaría no fue como la pintan, y es que los templarios no eran ni mas ni menos que monjes guerreros consagrados a Cristo. Los cuales durante su etapa en las tierras de Oriente, alcanzaron un conocimiento alquímico, esotérico y místico bajo la influencia de los filósofos y sufistas árabes. Así pues, al cristianismo base, se le fusionaron otras tendencias propias del oriente islámico de esa época. El esoterismo de los pueblos de Arabia, el sufismo islámico, era muchísimo mas místico y filosófico que el cristianismo de la misma época. Lo que fomento que el Temple adquiriera una nueva visión mas allá de la propiamente cristiana. Digamos que los templarios aprendieron a ver mas allá de la fe cristiana, sin que esto supusiera renegar de Cristo. Únicamente comprendieron que había mas mundos, mas fuerzas, y mas poderes, los cuales en muchos casos no estaban reñidos con la idea base de su Dios. Como la alquimia no estaba reñida con la religión islámica. Siendo muchísimos árabes de la época, grandes alquimistas. Bajo este punto de vista, comprenderemos que los templarios, además de consagrar su vida a Dios, educaron su espíritu para buscar la fuerza y potencia espiritual que salía de la propia tierra., Y para profundizar en los diferentes planos astrales y místicos que el alma podía alcanzar. Todas estas cosas, bastante “demoníacas” para las gentes de una edad media oscura y sometida al pecado y la superstición. Y por supuesto muy dañinas para una iglesia en ascenso de poder, que predicaba la única y absoluta verdad de Dios. Y es que nunca han podido vivir dos gallos en un mismo gallinero.
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